Somos Andrea y Manuela, Andre y Manu, y también Nene y Moli; así nos decían y nos dicen hoy los que más nos quieren y conocen. Somos hermanas gemelas, amigas del alma, socias… Somos simplemente indisolubles.
Aunque muchos puedan confundirnos, no somos idénticas (bueno, casi), tenemos temperamentos distintos -una es más acelerada, la otra más tranquila; una es más soñadora y la otra más aterrizada-; sin embargo, nos unen nuestras grandes pasiones: la meditación, la cocina y los viajes. Nos complementamos muy bien y son, tal vez, nuestras diferencias las que nos dan el equilibrio. Ser polos opuestos ha sido esencial para lograr lo que somos en este momento y para hacer realidad este gran sueño, que empezó con Mercari y que hoy es también Nene & Moli.
Somos afortunadas por tenernos y también por formar parte de una familia maravillosa, con la que aprendimos a querer, a compartir, a crecer y a esforzarnos; y en la cual, sobre todo, aprendimos la fuerza del amor. El amor que se imprime en las relaciones para cuidarlas y en los sueños para convertirlos en realidad. Con el ejemplo de nuestra familia entendimos que el amor es acción y que, generalmente, nace al calor de la cocina y se comparte en la mesa.
La primera vez que nos metimos a la cocina fue para hacer las galletas de mantequilla de la abuela. Éramos muy chiquitas y ella nos dictó la receta. Esas galleticas aún hoy en día nos inspiran su amor y fueron el origen de nuestro primer negocio. A los nueve años creamos “Dulces delicias de cocina”, donde horneábamos tortas y galletas que vendíamos en el colegio y a las amigas a domicilio. Ahí nació el alma de Mercari, sin nosotras saberlo.
Trabajábamos en distintas cosas, las cuales en realidad no nos hacían felices, y, casi al mismo tiempo, renunciamos a lo que estábamos haciendo para aventurarnos a emprender juntas. Así fue como abrimos la primera versión de Mercari, un local en el que vendíamos todo lo que nos gustaba: cafés, libros, cd’s, conservas, vinos, alpargatas y hasta vestidos de baño. Era un mini concept store con café y pastelería. En ese local se nos ocurrió vender tortas, sánduches, ensaladas y brownies. Todavía no sabemos cómo lo lográbamos, porque el espacio era realmente chiquito; sin embargo, ahí hacíamos magia. Los brownies empezaron a volverse famosos, la gente iba sólo por un brownie o dos, o toda una caja; fue cuando entendimos que definitivamente lo nuestra era, como había sido siempre, la cocina.
Entender eso fue una revelación y es hoy nuestra razón de ser. Ahora más que nunca sabemos que si haces lo que realmente te gusta, nunca volverás a trabajar. Hace ya diez años que creamos Mercari, una marca de panadería y pastelería artesanal en Bogotá, que hemos visto crecer con nuestro corazón y que hoy en día vende, según muchos. los mejores brownies melcochuuudos del mundo. Con esfuerzo, dedicación y mucho amor hemos seguido nuestro sueño, y ahora queremos acompañarlos a cubrir sus días y sus mesas de delicias llenas de color y sabor a través de este libro tan especial.
A nosotras nos hace felices hacer felices a los demás, y, sin duda, es lo que hacemos todos los días con nuestros productos.
Ahora, a través de este libro, soñamos con llevar esta pasión a sus casas, a sus familias y a sus corazones. Las recetas que presentamos aquí son recetas del alma, de todos los días y de nuestra vida. Las escogimos porque todas son capaces de hacer de algo simple, algo extraordinario. Estamos convencidas de que la mejor combinación será siempre la buena comida y la buena compañía. Así que estas recetas son abrazos, son caricias, son miles de formas de decir “te quiero” a los que más quieres.
La cocina es una terapia, es meditación, es entrega. Si todavía no te has decidido a cocinar, no esperes más; anímate y descubre lo que ella tiene para decirte. Solos o acompañados, siempre nos llenará el alma y el espíritu de una manera única, una que tal vez solo entendemos los que compartimos esta pasión.
Para nosotras, reunirnos alrededor de la mesa es un gran acto de amor, de regresar a lo esencial, y el propósito de este libro es invitarte también a hacerlo. Cada plato que sale de nuestra cocina y llega a la mesa expresa amor, cuidado y alegría… Y es ahí
donde está la magia.
¡Bienvenidos a nuestra casa y, por supuesto a nuestras vidas!
Con cariño siempre,
Nene & Moli